Grace abrió los ojos de par en par. No sabía muy bien si la sorprendía más el ataque de Julian al desconocido motero o el lenguaje que estaba empleando.
Olvidando por completo a Selena, Grace echó a correr hacia ellos con el pulso desbocado mientras intentaba pensar qué debía hacer. No había manera de interponerse entre los dos hombres. No, a juzgar por el afán que demostraban en matarse.
—¡Julian, detente antes de que le hagas daño! —gritó la chica que acompañaba a los moteros.
Grace frenó en seco al escucharla.
¿Cómo era posible que conociese a Julian?
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